Page 11 - Exposicion Historias del camino
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ejerciendo como un sofista en la caverna de Platón. Un equilibrismo entre lo realy lo irreal, aludiendo al innecesario e inconsciente consumo del ser en sociedad, mediante objetos que nos confunden y atraen a partes iguales.Por otro lado, Domingo Martínez recupera aquí el formalismo para tratar el tema del tiempo, del que ya nos habló Javier Roz. En este caso, Martínez parte de dos vectores conceptuales que enfrenta a través del ‘collage pictórico’, la cotidianeidad versus el accidente. Para ello emplea la familia como símbolo de lo cotidiano, que confrontacon el accidente como la antítesis de lo habitual, transmitiéndonos cierta sensación de anacronía. Así, aparece el conceptode memoria, que aúna ambos vectores, mediante la recreación en la actualidad de hechos ya acaecidos, repitiendo espacioy personajes, en una suerte de paradoja temporal/emocional a modo de agujero de gusano selfmade. La evolución formal del autor queda reflejada en una de sus obras más recientes, donde literalmente supera las fronteras del cuadro, para incorporar objetos que completan lo representado en la pintura, jugando con los límites de la obra de arte.DE LA ABSTRACCIÓNContinuando con el hilo conductor de la figuración a la abstracción, la obra de Virginia Rivas, escenifica esa evoluciónpictórica partiendo de la sugerencia dela figura, para llegar a al informalismo, donde la artista ha hallado el modo de transmitir su discurso, prescindiendo gradualmente de la forma reconocible. La figura humana aparece en sus primeras obras con la intención de poner en valor los detalles que le emocionan, destilados de lo que acontece al ser humano en relación con lo que le rodea. Con el tiempo, el gesto, la superposición de capas y la materia, van cogiendo fuerza por encima de la figura, en busca de sensaciones más puras, apareciendo los primeros símbolos propios de su particular cosmos, como los diente de sierra o la acumulación rítmica de elementos repetidos. Está búsquedade emociones sin alterar, puramente abstractas, le lleva inevitablemente al actual proceso de sinestesia en el quese encuentra inmersa, proponiéndonos escuchar con la vista, lo que pinta con el oído.Así los acercamientos abstractos deRivas o Calderón, nos conducen a losdos microrrelatos restantes, puramente informalistas. Por un lado, la reflexión gestual de Ruth Morán, centrada en la reinvención constante del hecho pictórico per se. Una regeneración continua de su propio lenguaje mediante el dominio de la acción pictórica basada en el trazo directo, enlazando compases que componen el tempo de cada obra. Líneas o puntos